sábado, 13 de agosto de 2011

Con la Iglesia hemos topado

Ayer viví una de las experiencias más surrealistas y desagradables de mi vida. Y no sólo por cómo acabó todo, sino por la reacción de algunos que se consideran seres humanos.

Con motivo de la visita del Papa al Estado español, unxs 12.000 peregrinxs están en Valencia para celebrar algunos actos previos a la llegada de este hombre. Al principio, no comprendía por qué venía tanta gente a esta ciudad, siendo que  las famosas Jornadas Mundiales de la Juventud se celebran en Madrid. Pero luego caí en la cuenta de que Valencia, además de ser uno de los feudos del PP, también lo es del Opus Dei, de los “Kikos” y de los “Legionarios de Cristo”.
Según Honori Pascual, un sacerdote adscrito al sector crítico dentro de la iglesia valenciana, todo esto no es más que "una maniobra de concentración de masas para disimular la crisis interior y exterior de la Iglesia".
Este cura progresista afirma que "congregar a mucha gente joven no es garantía de nada, porque se trata de viajes medio subvencionados, como una especie de turismo religioso. Pero las iglesias seguirán vacías antes y después de la visita". Honori Pascual insiste en que la actividad de estos "movimientos neoconservadores y fundamentalistas sólo servirá para desviar la atención de los problemas de la Iglesia: la pérdida de feligreses y de sustitutos en los ministerios sacerdotales, la incorporación pendiente de la mujer y la falta de democracia interna" .http://www.levante-emv.com/comunitat-valenciana/2011/08/09/peregrinos-paella-mascleta/830924.html

Somos muchas quienes estamos en contra de esta visita de B16 y muchísimos los motivos para no querer recibirlo: porque un país aconfesional no tiene por qué recibir a este señor con honores de jefe de Estado cuando, supuestamente, solamente viene en calidad de líder religioso. Porque este líder religioso ES y REPRESENTA a una institución que, a lo largo de los siglos, ha actuado y actúa en contra de los derechos humanos. Y porque, en la situación actual de crisis económica, no nos podemos permitir un gasto de más 50 millones de euros en un evento sólo para minorías (si contamos que entre ateas y personas que profesan otras religiones somos muchas más).
Además, es un verdadero insulto que ese dinero se financie en un evento como este teniendo en cuenta que, en estos momentos, en Somalia están muriendo cientos de miles de personas de hambre. Y no digo ya la BURLA que supone que Nazinger, cuando llegue a Madrid, se vaya a pegar un suculento menú con solomillo, tabla de ibéricos, vinos carísimos…http://www.publico.es/espana/391057/el-menu-del-papa

Estos y muchísimos otros motivos me indignan tanto que pensé en proponer alguna iniciativa para que las personas que no estemos a favor de esta visita lo hiciéramos saber en público. Mirando algunas webs de contrainformación me encontré con la de “cuerpos feministas laicos” y en la cual proponían una acción fácil de realizar: romper una foto de B16 ante la puerta de algún establecimiento católico, alegando los motivos por los cuales le consideramos persona non-grata en este país.
Quise que se hiciera algo similar en mi ciudad, Valencia, y realicé una convocatoria a través del Facebook y el correo electrónico.  Propuse que acudiéramos a la Plaza de la Virgen, donde se iba a celebrar una “vigilia de oración” por parte de las juventudes cristianas, con una imagen de Ratzinger para romperla mientras decíamos en voz alta ante todo el mundo nuestros motivos para no querer recibirlo.
Mis argumentos son tantos: la Iglesia es una institución sexista y patriarcal, además de homo/lesbo/transfoba; es cómplice y encubridora de curas pederastas; es culpable de la muerte de millones de personas por el SIDA (sobre todo en África) por no permitir el uso del condón; niega el derecho al aborto y a una muerte digna… Pero, al final, me decidí que iba a nombrar la hambruna en Somalia.

Cuál fue mi sorpresa, cuando llegué a la plaza, al ver a miles de jóvenes (y no tan jóvenes) peregrinxs montando un ruido escandaloso, cantando, gritando… yo pensaba que una vigilia era otra cosa… Pero lo peor fue ver que se había montado un altar en la plaza. ¡Un altar religioso en una plaza pública de un estado aconfesional! ¡Mi indignación y mi mala leche iban aumentando por momentos!
Así pues y viendo que no había manera de encontrar al resto de lxs compañerxs convocadxs, decidí actuar yo sola. Aproveché el comienzo de la misa, me situé al lado del altar repleto de cardenales y curas y donde la mayoría de los asistentes era gente mayor nostálgica del nacionalcatolicismo franquista. En un momento en el que se produjo un silencio total en toda la plaza grité, alzando una foto de Ratzinger: “en estos mismos instantes están muriéndose de hambre más de medio millón de niños en Somalia. ¿Qué está haciendo vuestro Papa para evitarlo y acabar con tanta miseria?”
Nadie, quien no estuviera presente, se puede imaginar la reacción de la gente que asistía a la misa en la plaza: en unos segundos una masa de viejas con collares de perlas y viejos con el broche de la tricolor y el aguilucho en sus solapas, me rodearon y empezaron a insultarme y a gritarme de una manera atroz. Yo no hacía más que preguntarles si no sentían compasión por estos niños que se mueren de inanición, si no creían que el Papa debía hacer algo, ya sea visitar ese país o mandar dinero para atajar esa hambruna. Pero esta gentuza, al no tener argumentos, sólo sabe atacar. Una mujer me chillaba que fuera yo a darles de comer a lxs somalís. ¡No podía creer tanta inhumanidad! En un momento dado, un hombre mayor se estaba subiendo las mangas de la camisa para ¿golpearme? Cuando tuve la sangre fría de mirarle fijamente y decirle algo me di cuenta de que era un cura (vestía pantalón y camisa grises y llevaba el alzacuellos desabrochado). Aquello se había convertido en una auténtica locura. Cuando conseguí zafarme de esos monstruos salí corriendo unos metros más allá de la plaza y, sin cortarme un pelo, grité la misma frase en inglés (para que también me entendieran todxs los católicxs guiris) y mientras rompía la foto del Papa, añadí imitando a Sinead O’Connor: “Fight the real enemy”! En ese momento tres policías locales, una mujer y dos hombres, me cogieron de los brazos hasta apartarme de la plaza.

Ahí comenzó la segunda parte de la odisea: denuncia al canto por “alterar el orden y vociferar en una plaza pública”. ¡Sin comentarios: recién salida de mi casa en dirección a la plaza, me había tenido que desviar del camino porque miles de borrachos aficionados al fútbol estaban gritando y festejando por las calles no sé qué evento futbolero! Pero eso, por lo visto no es alteración del orden público…
 Mientras uno de los munipas iba rellenando el formulario de su denuncia, mis compañerxs iban llegando poco a poco y alucinaban con lo que me estaba ocurriendo. Obviamente, se les fueron las ganas de hacer nada por lo cual habían acudido a la plaza. Al munipa en cuestión, le pedí su número de placa para denunciarle por coartar mi derecho a la libre expresión. El muy chulo se negó en rotundo. Empezó a ponerse nervioso y cada vez más agresivo al ver que se iban acercando más amigxs míos. Uno de ellos, intentó plasmar en vídeo mi odisea y el poli cabrón le arrebató la cámara para borrarle lo que acababa de grabar. Fueron momentos de mucha tensión…
Después de más de una hora, la cosa acabó sin más altercados. Algunxs de mis compañerxs se fueron a casa, y otras se vinieron conmigo para tomarnos una cerveza bien fría para sosegarnos un poco.

Sin embargo, me he pasado la noche llorando. Y no por la actuación de la policía local contra mí que, aunque es un hecho desagradable e injusto, era algo que podía esperar.
He llorado y lloro, pensando en que hay “personas” que les importa un pimiento que mueran seres humanos por hambre, por enfermedades, por las guerras. Hay gentuza que se hace llamar “cristianxs” y desprecian y desean la muerte a quienes no son de su condición, cultura, religión, país, status social, etc.
He llorado y lloro porque me siento totalmente impotente ante una institución, la Iglesia católica, que tiene en el estado español muchísimo más poder del que nos imaginamos. Tanto que es capaz de cerrar espacios públicos y paralizar ciudades durante días para sus eventos. Tanto que es capaz de mover a la policía y al ejército para proteger a sus secuaces. Tanto que es capaz que el gobierno español desgrave a las empresas patrocinadoras de la visita de B16 entre un 45 y un 90% de lo que gasten. Tanto que es capaz que la televisión pública, la que pagamos todxs, firme un convenio con el Arzobispado de Madrid para alterar su programación del 18 al 21 de agosto para hacer un seguimiento en directo de todos los actos del Papa.
Tanto que es capaz de hacer que el gobierno español, supuestamente socialista, destine más del 50% del presupuesto de Educación a colegios concertados, la inmensa mayoría religiosos, etc.etc.

(Por cierto, cuando volví a pasar por la plaza, una vez que ya se habían retirado lxs cristofascistas, ésta estaba llena de basura: restos de comida, latas de cerveza y refrescos por el suelo, papeles, bolsas de plástico, etc. Y lxs guarrxs eramos lxs del 15M, ja!)

¡Qué tristeza, qué injusticia, qué asco!
Y lo que se nos viene encima a partir del 20 de noviembre…

Más sobre anteriores visitas de ratzinger a España:
http://concienciasdisidentes.blogspot.com/2010/11/un-estado-laico-presuntamente_09.html#more

2 comentarios :

Anónimo dijo...

Me parece terrible lo que estas contando...no te conozco pero me identifico totalmente contigo, yo también estoy en contra de esta visita. vivo en Valencia y también vi a los peregrinos. Animo y suerte con tu lucha, mi admiración y mi apoyo están contigo.

Gloria

Cuasiventus dijo...

Gracias, Gloria!
El heteropatriarcado es el verdadero eje del mal y quienes lo representan: el Estado y todas las instituciones que surgen de éste: Iglesia, ejército, cuerpos policiales, capitalismo,etc etc...

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