En Fallas me indigna el comportamiento incívico, e incluso vandálico, de muchxs de lxs valencianxs amantes de esta fiesta durante estos días. Pero, sobre todo, me causa impotencia y rabia la actitud prepotente de la mayoría de las comisiones falleras con el beneplácito del ayuntamiento de Rita. No en vano, las denominan el cuarto poder de la sociedad valenciana.
Prepotencia
Empiezo la larga lista de ejemplos de incivismo de muchxs fallerxs que se creen que la ciudad es suya sin importar las molestias que pueden ocasionar al resto de vecinos:
En Valencia se empieza a cortar las calles 10 días antes del comienzo oficial de la semana fallera, que es el 15 de marzo. Se cortan para que los señoritos de estas comisiones falleras monten sus carpas (que me parecen totalmente innecesarias cuando ya disponen de “casales”, es decir, locales en plantas bajas destinados para la actividad fallera), sus verbenas y todo su sarao. En total se cierran más de 400 calles en la ciudad (según la Confederación Valenciana de la Pequeña y Mediana Empresa -PYMEV- "las medidas abusivas" de las comisiones falleras "respecto al cierre de calles una semana antes de la plantà de monumentos e inicio de las fiestas" provoca pérdidas del 20%" en los comercios y pequeñas empresas). Realmente las carpas son clubes privados y para acceder a ellas es necesario la invitación de la comisión fallera.
Además del cierre de calles lxs fallerxs ocupan espacios públicos sin dar ninguna oportunidad para que el resto de la ciudadanía pueda acceder a esos espacios: plazas, parques,… ¡incluso carriles-bici!
También instalan altavoces en las calles que no paran de disparar decibelios casi las 24 horas del día. Amén de las verbenas en cada barrio que acaban a las cuatro de la madrugada. Y les importa un comino que el resto del vecindario no pueda pegar ojo y tenga que madrugar al día siguiente.