martes, 12 de octubre de 2010

VIII Encuentro Lésbico Feminista Latinoamericano y del Caribe



En estos días (del 9 al 13 de octubre) se está celebrando en Guatemala el VIII Encuentro Lésbico Feminista Latinoamericano y del Caribe (ELFLAC).
Se trata de unas jornadas que se realizan cada tres años (¡y ya van por la octava edición!) en distintas ciudades del continente americano. El anterior se celebró en Santiago de Chile en 2007.

El lema del Encuentro de este año es “Hilando Rebeldías Lésbicas Feministas desde la Raíz” y están participando más de 300 lesbianas feministas de toda Latinoamérica y el Caribe (y alguna española, me consta).

Antecedentes(un poco de historia)
Los antecedentes de estos encuentros son los primeros Encuentros Feministas que tuvieron lugar en 1981 en Colombia, 1983 en Perú y 1985 en Brasil. En estas jornadas ya se propusieron charlas y talleres sobre la visibilidad del lesbianismo como parte de la lucha contra el patriarcado, se cuestionaba el sistema de pareja heterosexual,  y se criticaba al modelo de la heterosexualidad dominante en el movimiento feminista (heterofeminismo).

Y fue en 1987 en Méjico cuando, ya como espacio propio y autónomo, se celebró el primer Encuentro Lesbofeminista. Con temas como la creación de redes de lesbianas feministas en Latinoamérica (un asunto que parece que todavía está inconcluso), la relación de los movimientos guerrillero-feminismo o  la lucha contra el patriarcado, entre otros.

El segundo encuentro de 1990 en Costa Rica fue especialmente duro. En un principio iba a ser Perú su sede, pero debido al clima de violencia política y la represión homófoba fue Costa Rica quien asumió la organización ese año. A pesar de que se intentó mantener discretamente la información de aquellas jornadas, la prensa difundió de una manera amarillista la noticia de la celebración del encuentro. Aquello permitió que los sectores ultraderechistas se pusieran en marcha para difamar y amenazar a las participantes. El arzobispo católico pidió a las autoridades la prohibición del evento y, aunque no llegó a tanto, el ministro de Interior declaró a la prensa que “los Consulados de Costa Rica rechazarían las visas a mujeres que viajaran solas y que en todos los puntos migratorios se investigaría a las que presumiblemente entraran al país a atender el evento”. Esto obligó a las organizadoras a publicar fechas falsas para confundir a los medios, aunque también consiguió confundir  a muchas lesbianas que venían de otros lares.

La noche de la clausura, llamada desde entonces por las lesbianas “noche negra”, fue interrumpida por un grupo de hombres que insultaron y atacaron a las asistentes del encuentro. Y, todo esto, bajo el mandato de un presidente que estaba nominado al premio Nobel de la Paz (¿??).
Lo único que se sacó en positivo del encuentro de  aquel año fue que las lesbianas latinoamericanas salieron más fortalecidas gracias al apoyo y la solidaridad por parte de otras compañeras del continente.

Hasta el V Encuentro de 1999 en Brasil, éstos se financiaban con ayuda de algunas instituciones gubernamentales y agencias internacionales (FMI, Banco Mundial,…). Como estas entidades son sinónimo de autoritarismo patriarcal y generadoras de pobreza en muchos países en los que se realizaban los encuentros, las mujeres del Ekipa (que es el nombre que recibe el comité organizador del ELFLAC) decidieron prescindir de estas ayudas y autogestionarse a partir de los siguientes encuentros.

Temas tratados
Las relaciones de poder de toda índole, ya sean de clase, racistas, heterocéntricas, etc. fueron los discursos más tratados en los ELFLAC de los años 80. En la década siguiente, y como fondo la globalización y el avance del neoliberalismo a nivel mundial, las demandas que más se plantearon fueron las relacionadas con los derechos humanos, derechos sexuales y reproductivos y diversidad sexual.
Sin embargo, el Encuentro de Chile de 2007, cuyo lema era “La autonomía desde una rebeldía cómplice” fue el encuentro del postfeminismo, en el cual ya se cuestionó el modelo binario de género y de las identidades.
Según las organizadoras  este encuentro “representó un hito en esta historia, que permitió retomar e hilar nuestros deseos más profundos de rebeldía, radicalidad y autonomía en nuestro movimiento”.

También se  decidió instaurar el 13 de octubre de cada año como Día de las rebeldías lesbianas feministas de Latinoamérica y el Caribe. 
Dicha fecha, será celebrada en los más de 20 países presentes en la actual actividad y se determinó porque en ese día se celebró el primer Encuentro Lésbico en el año 1987 en México. Las activistas explicaron además que la fecha es simbólica, ya que "nos rebelamos contra el colonialismo patriarcal marcado por el racismo" puesto que un día antes se celebra en el continente el "Día de la Raza".  
Las activistas presentes indicaron que las organizaciones de cada país deberán programar actividades con motivo de este día con marchas, ferias culturales, intervenciones políticas, etc.

El encuentro de este año en Guatemala
De acuerdo al documento Rumbo a Guatemala II, los ejes centrales de este encuentro son: 
· Descolonización de nuestro cuerpo y de nuestra sexualidad.
· Violencia sexual y feminicidio en los contextos regionales y locales.

"El eje central Descolonización de nuestro cuerpo y de nuestra sexualidad es un espacio para abordar las identidades lésbicas, identidades políticas, cuerpo lesbiano, racismo, discriminación y el tema trans".
"Este encuentro... surge de la radicalidad.  Nos inspiramos para  desobedecer cualquier mandato y nos atrevemos a poner en el centro del debate nuestro cuerpo, nuestra sexualidad, y construir una propuesta política y de vida dirigida a erradicar los poderes que se ejercen sobre ellos".
"Por otro lado, recordamos que es un encuentro lésbico feminista y seguimos reivindicando la necesidad de tener un “cuarto propio “como lesbianas feministas, para pensarnos, sentirnos, expresarnos, recuperar la memoria de nuestras luchas, recuperar la palabra propia, el horizonte propio, el vínculo entre nosotras, la noción de nuestros cuerpos y del deseo lésbico como constituyente de un desacato al patriarcado. Por tanto nos reafirmamos en la no participación de trans en este encuentro".

Y aquí  es donde yo disiento.

Mujeres trans non gratas en el ELFLAC
Las mujeres del Ekipa sentenciaron "nos negamos a aceptar el ingreso de masculinidades dentro o fuera de nuestros espacios y cuerpos"

Si se ha hablado de la desnaturalización del cuerpo y las identidades ¿por qué se vuelve a repetir el esquema binarista?
No se está relacionando a las mujeres trans con una ideología feminista como feministas, sino como identidad trans. Es decir que, al haber nacido como varones, aún se les cuestiona como mujeres.  Pero si el género es una construcción, y parece que en el último encuentro por fin se llegó a esa conclusión, esta afirmación debería también ser válida para las mujeres trans.
Además,  al disputarse los espacios de lucha de mujeres y para mujeres, como los Encuentros Lésbicos  Feministas, se está legitimando  el comportamiento hegemónico patriarcal desde el momento en que se niega, invisibiliza, oprime a las más débiles, en este caso las transexuales.

“Lo que define que una persona sea (o pueda ser) feminista o no son sus ideas y sus acciones, nunca su anatomía”.

De todas formas, tengo entendido que esta polémica se volverá a debatir este año en Guatemala, ya que hay muchos sectores de lesbianas feministas a favor de la inclusión de mujeres trans. Afortunadamente.

Para más info sobre estos encuentros:
Ahí encontraréis numerosos documentos relacionados con los anteriores encuentros y sobre el lesbianismo feminista.

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